martes, 3 de agosto de 2010

Una de piratas, corsarios, bucaneros y filibusteros

martes, 3 de agosto de 2010
Desde pequeños hemos visto dibujos, leído libros y visto películas sobre estos "malvados" personajes, los piratas. Al crecer un poco, también los empezamos a conocer con el nombre de corsarios, bucaneros o filibusteros como si de sinónimos se tratasen pero hoy vamos a explicar algunas curiosidades reales sobre los piratas y los pequeños matices que existen para denominarlos de una u otra manera.

Para empezar, hay que mencionar que el origen de la piratería fue provocado por la Corona española allá por el siglo XVI. El principal motivo fueron todas las prohibiciones que establecieron los españoles para el comercio de indias, ya que, a diferencia de portugueses e ingleses, los españoles establecieron un monopolio. Esto, junto a la codicia y la relativa moralidad de los hombres, hicieron posible la piratería.

Si comenzamos a diferenciar los términos que utilizamos para denominar a los piratas, hay que decir que por la palabra pirata se entiende como aquellos ladrones que robaban en cualquier mar, en cualquier momento y fuera cual fuera la embarcación que se pusiera en su camino. No cumplían órdenes de ningún gobierno y no tenían ninguna inluencia política sino que buscaban su propio beneficio.

Sin embargo, los corsarios eran aquellos piratas que robaban a una embarcación armada, además con patente o permiso de su gobierno, normalmente del propio Rey. Eran viajes en campaña marítima que se realizaba hacia el comercio enemigo, siguiendo las leyes de guerra. A estas campañas y ataque a barcos, se los llamó "ir a corso", es decir, "correr por el mar". Por lo cual, a los capitanes de dichos barcos se los denominaba corsarios.

Por otro lado, se encontraban los filibusteros. Hay múltiples teorías sobre el origen de la palabra ‘filibustero’ (en francés ‘flibustier’, en inglés ‘freebooter’ y en holandés ‘vrij buiter’). Se cree que puede proceder de ‘fly-boat’(barco que vuela) o de ‘free-booter’ (libre merodeador). Con este nombre se designaba a muchos de los piratas del mar de las Antillas en el siglo XVII, en especial a los ingleses y holandeses. Solían atacar poblaciones costeras y, raras veces, atacaban barcos, todo lo contrario de sus parientes los bucaneros que su oficio era justamente abordar barcos.

En su comienzo, a los bucaneros se los denominó "cazadores de puercos cimarrones" (cerdos salvajes". Estaban instalados en el siglo XVII en la zona oeste de la Isla Española. Su sustento era la venta de carne ahumada o asada a la barbacoa o "boucan", de donde procede su nombre. Su expulsión por los españoles de la Isla Española y de la Isla Tortuga, hizo que los bucaneros se organizaran y conquistaran la segunda de ellas, donde se instalaron.

En la Isla de Tortuga se establecieron numerosos bucaneros y filibusteros. Allí, formaron un lugar propio, un país al que pusieron por nombre Cofradía de los Hermanos de la Costa. En ese lugar, no importaba la nacionalidad de cada uno, no había justicia ni propiedad privada. Cuando tenían que solucionar un pleito entre ellos, se retaban a duelo y se batían con espada o con cuchillo y la razón era para quien ganara.

Por lo tanto, para concluir, podemos decir que todos los corsarios, bucaneros y filibusteros podían ser considerados en algún grado como piratas pero un pirata como tal, no pertenecía a ninguno de los grupos anteriores.

Fuentes:



1 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias por la anotación. Realmente no sabía las diferencias entre unos y otros :)

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